La pandemia desata una oleada de reformas para salvar el ladrillo
¿Green new deal? ¿Green recovery? ¿Pacto verde? No tanto. Si se escarba un poco y se lee la letra pequeña, en las comunidades autónomas aparece algo más castizo. Más de toda la vida. Más consustancial al capitalismo autóctono español. Ladrillo. Cemento. La pandemia trae palés de cemento gris bajo el brazo. Facilidades para la construcción y el turismo hotelero, rebajas en los requisitos ambientales y mucha agilización. Al menos ocho comunidades autónomas desarrollan o han anunciado normas que rebajan requisitos o relajan exigencias o suprimen la obligatoriedad de licencias, entre otras medidas, siempre con la reactivación de la construcción en el punto de mira y el objeto de “atraer inversión”.
“Esto choca con la reconstrucción en clave de transición ecológica justa y los planes que presentaron Pedro Sánchez y Teresa Ribera. Obviamente las comunidades no pueden exceder el marco estatal, pero es que el marco estatal es muy frágil. Esto hace daño. Es una repetición de errores. Turismo y ladrillo. Ladrillo y turismo. Imaginábamos que pasaría, pero no tan pronto”, afirma Mario Rodríguez, director ejecutivo de Greenpeace España, que añade: “Todo esto podría caerse y quedar en nada si las ayudas a la reconstrucción incluyen criterios sostenibles, en línea con los planes de la UE. Esa es nuestra esperanza”. Rodríguez cree que las reformas introducidas, entre las que destaca por su lesividad las de Andalucía y Región de Murcia, han ido más allá de la idea de paliar los daños por el coronavirus. “No ha sido eso. Se ha aprovechado la pandemia, con toda su situación de shock y con la dificultad para el debate parlamentario, para meter cambios”.
Se trata de evitar a toda costa la devaluación de los activos inmobiliarios y hoteleros
El doctor en Ecología Fernando Prieto, director del Observatorio de la Sostenibilidad, cree que existe un choque entre el discurso reformista a nivel europeo y estatal y la actividad autonómica más apegada a lo de siempre. “No tiene sentido pensar en cómo generar oportunidades para hacer más vivienda en un país con esta natalidad y con tantas viviendas vacías y tantos problemas de acceso a la vivienda. Este modelo no nos ha creado empleo estable. Ya sabemos que por aquí entramos y se agravó la crisis de 2008”, afirma Prieto, que sostiene que el énfasis en la inversión debería estar en “sectores de futuro” como la “movilidad eléctrica”.
No todas las normas son similares, ni tienen el mismo alcance, ni suponen una amenaza similar para las garantías ambientales, que todos los gobiernos autonómicos afirman proteger.